lunes, 21 de septiembre de 2009

“Sin cambio de la conciencia no hay posibilidad de futuro” Isabel Rauber



Entrevista a Isabel Rauber* (síntesis)

(La Habana Cuba)

El Director de Emancipación Salud y Ecuación entrevistó a Isabel Rauber para dialogar sobre el aporte que la educación debería hacer, a favor de los procesos de transformación que se están viviendo y que necesita Nuestra América.

Lo primero que yo definiría, es qué entendemos por educación y desde qué ángulo la abordamos. Creo que sin educación es imposible el mundo, ni el presente y ni el futuro. Vamos a tomarla en un sentido amplio, en un sentido que incluya la instrucción, que incluya la formación y en cierta medida, la fuerza del ejemplo. Aunque lamentablemente, no siempre está articulado el ejemplo a la labor educativa instructiva y formativa. En segundo lugar estaría el ámbito formal, el informal y lo que se desprende de los ámbitos de trabajo de los medios de comunicación masiva que en los últimos 30 años, han ganado un protagonismo en lo que hace al mundo de la formación y de la información, que muchas veces es deformación. Este sentido se lo podemos dar cuando tenemos sentido crítico, el que recibe todo el tiempo la información a través de los medios y es acrítico no interpreta que eso sea desinformación o deformación.

Otro elemento para vincular al tema de la formación del sujeto Latinoamericano, conciente y patriótico, es la conciencia del mundo en que vivimos, la necesidad de preservar la ecología, la necesidad de que nuestra forma de vida cambie y esté mas en armonía con el mundo que queremos. Un mundo de solidaridad, un mundo que no pretenda que un hombre o una mujer se salve, por aplastar al que tiene al lado. Todo eso es una educación profunda acerca del sentido de la vida, del sentido de la humanidad, que no te lo da un titulo de educación, primaria, secundaria ni un título universitario. Es algo que te va complementando un modo de vida, que para mí es la categoría central en todo eso, qué tipo de vida nosotros buscamos y qué tipo de ser humano queremos formar, para lograr algún día ese modo de vida. Estas cosas no se imponen, se logran con un gran trabajo educativo que integra estas distintas esferas y diría más, integran necesariamente el ámbito de la familia y de la convivencia en la comunidad.

Quiero dejar claro que si hay una contradicción en el modo de vida individual familiar y los valores que se pretenden inculcar a través de aleccionamientos es muy difícil avanzar, entonces hay una gran labor educativa que parte del Estado en la sociedad que tenemos ahora. A lo mejor dentro de mil años no tenemos Estado, pero ahora estamos en un sistema social que necesita, y va a necesitar por muchos siglos todavía, de un aparato estatal. En tanto las sociedades estén organizadas así, la educación estatal, que puede llegar a través de medios masivos de comunicación, de radios y en primer lugar a través de las escuelas primarias, secundarias y universitarias que estén a su cargo, es fundamental. Y lo veo concretamente en el caso de Cuba, la educación en el sentido de cambio de las relaciones de género y los roles de familia, por ejemplo enseñar que el hombre se puede hacer cargo del niño, puede cuidarlo cuando esta enfermo, puede darle cariño, puede darle afecto, puede besarlo, abrazarlo y que eso no disminuye para nada su hombría, que no disminuye para nada que un hombre vaya hacer las compras; ponerlo todo eso en televisión, socializa un mensaje, una nueva forma de entender la familia, de entender la pareja. Lo he visto, y es una labor de años. Este tipo de propaganda que se hacen en Cuba, que son educativas, no lo veo en ninguna otra televisión, por ahí veo algo de la UNICEF, ayude un niño, pero no se compromete con un modo de vida local y comunitaria.

Es un papel central del Estado y la educación reforzar las tendencias de valores que se quieren inculcar, reforzarlo masivamente, eso es muy importante. Formar esta conciencia ciudadana, ecológica y solidaria, y yo insisto mucho en el tema solidario, porque en tanto y en cuanto, la competencia sea la base de las relaciones y el diálogo es muy difícil construir un mundo diferente, porque siempre vamos a ver quien puede aplastar a quien para vencer, así no se puede. Lo importante es ver como podemos juntarnos, para juntos construir y avanzar, para juntos construir y cambiar un sistema, que es agresivo con el futuro de la humanidad, de eso se trata.

Todo esto es conocido por los docentes en el sistema educativo. Tiene que ver con la currícula, con las aptitudes, las carreras que se forman, ese es un punto. Y en segundo lugar está la educación no formal, la educación ciudadana, la educación política, que me parece muy importante, porque, también necesitamos ciudadanos preparados.

Hace muchos años, no se había madurado como sujetos políticos, se podía pensar que los cambios se podían imponer, y de hecho se pensaba así, a través de revoluciones sociales, se podía forzar, imponer, pero se ha demostrado, la vida lo ha demostrado, que se puede hacer eso, es verdad que se puede, pero los resultados después son muy pobres. Si no se logra realmente, que seres humanos concientes, quieran cambiar. Creo que un gran despertador de la humanidad y del pensamiento, fue la caída de la Unión Soviética, con la desaparición del muro de Berlín, se cayeron todos los muros, porque fue posible que la gente con las manos rompiera las piedras y las tirara y dijera quiero ir para el otro lado. Después vio que del otro lado no había nada extraordinario, después a lo mejor encontró más problemas que los que tenía antes.

Lo que se demuestra es que no se pueden imponer los cambios, que necesitamos sujetos, hombres y mujeres concientes, que definan a dónde quieren ir, como quieren ir y que tienen que hacer. Y eso hay que alentarlo, hay que dar los elementos, para que cada uno de los seres humanos, sea capaz de pensar, analizar y darse la respuesta que se quiera dar. Esa es para mí la misión fundamental del educador, transmitir las herramientas, para poder leer la realidad y que de esa lectura de la realidad emerjan las respuestas concretas que se quieran dar. Antes no era así, ni se colocaban las preguntas, se decía este es el problema y estas son las respuestas, y esto es lo que hay que hacer, podía ser que en momentos de auge te siguieran muchos, pero después te quedas solo. Ese es el problema de la mentalidad de la vanguardia, que mas que en educación cree en adoctrinamiento y no es lo mismo.

La verdad existe, pero no es una sola, esta compuesta de múltiples elementos y esos múltiples elementos, coexisten en la sociedad entre todos; por lo tanto hay que dar los elementos para que se pueda reconocer esa verdad que está fragmentada para que seamos capaces de reconstruir; y quien nos puede dar esos elementos es la educación; cuando también sea capaz de articular, la formación, la información, los medios.

Esta la educación formal, en un sentido metodológico y la educación popular. Porque acá hay muchos mitos, creo que estamos muy aferrados todavía a un modo de pensar del siglo veinte, un modo de pensar que cree que lo bueno esta en las grandes academias y que lo popular es malo, porque es vulgar, mediocre, etcétera. Eso por un lado y por otro, estamos aferrados a la presencia física de la persona y renunciamos a espacios como por ejemplo la Internet, porque creemos que por Internet, solo cae pornografía, hay ventas, etcétera. Pues claro, si dejas todo el espacio vacío nada mas habrá eso, pero por que no autodesafiarnos a nosotros mismos y pensar, inventar crear colectivamente, formas que nos permitan multiplicar mucho más nuestra presencia, como por ejemplo esto que hacen hoy ustedes en su página, en su revista, después yo no estoy, pero hay hombres y mujeres que me pueden “ver o escuchar”. Estas posibilidades que nos empieza a abrir la tecnología, que nos lleva a decir, sí, hay capacidad de llegar a millones, hay capacidad de llegar a miles con los mensajes, hagámoslo, tiene que ver con los métodos, si seguimos pensando en el maestro con la tiza que tiene que ir, y bueno vamos a sacar la cuenta, nomás para alfabetizar a los millones de analfabetos que existen cuantos años necesitaríamos, después para que puedan leer obras de literatura, y bueno necesitamos 10.000 años, entonces no podemos cambiar al mundo. Si a lo mejor mezclamos muchos métodos vías y formas, y articulamos todo, tal vez en 10 años…digo no es que hayamos resuelto todo, pero logramos saltos interesantes, en sujetos capaces de pensar. Y en este desafío, la revolución cubana fue pionera, en la alfabetización, pero me parece que Venezuela también, hoy en día con formas muy diferentes, muy ágiles y masivas de alfabetizar, de salir al frente, en este desafío de la construcción de los sujetos, está enseñando con formas más actualizadas, con todos estos medios, el video como forma de llegar masivamente, nos está enseñando, abriendo puertas.

Lo otro que quería rescatar, siempre, es la educación popular, porque la educación popular se puede aplicar hasta en las esferas máximas de las academias. Lo único que nos replantea la educación popular, es que no existe alguien que sabe y un ignorante. Lo que está enseñando la educación popular, es que hay que abrir nuestras entendederas, para reconocer un saber en ambas partes del conocimiento; en el docente y en el educando. A ese conocimiento hay que hacerlo emerger, reconocerlo y reconstruirlo. Insisto en esto, porque podría parecer que solamente con hacer emerger entre todos el conocimiento, ya hay un conocimiento; no, ahí lo que hay es una dispersión de información que no ha logrado dar el salto cualitativo, para construirse en un conocimiento colectivo, para que sea ese conocimiento colectivo, necesita síntesis y esa síntesis es responsabilidad en gran medida del educador. Hay que volver a leer a Paulo Freire de los últimos tiempos. Yo creo que hoy nosotros estamos llamados a mezclar todo, lo que nos enseñó Paulo Freire y las herramientas de Internet. Abramos nuestras cabezas. Yo te diría en síntesis creo que: sin cambio de la conciencia no hay posibilidad de futuro y para que exista un cambio de la conciencia necesitamos la educación.

*Isabel Rauber: doctora en filosofía (Universidad de la Habana; directora de la revista “Pasado y Presente “, investigadora adjunta en el Centro de Estudios sobre América Latina (de La Habana), miembro del Foro mundial de las Alternativas y del Foro del Tercer Mundo. Además es responsable de investigación del proyecto “Ciudades, medio ambiente y relaciones sociales entre hombre y mujeres”, del programa UNESCO en República Dominicana y Cuba y ha publicado diversos artículos, folletos y libros, entre ellos “Movimiento social y representación política, articulaciones” (Ciencias Sociales, La Habana 2004).

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